La entrada principal de Docepiedras Country Club se concibe como una pieza escultórica de arquitectura simbólica que integra forma, función y narrativa territorial. El proyecto se configura como un umbral contemporáneo que enmarca la experiencia de ingreso a un desarrollo de usos mixtos —residencial, hotelero y vinícola—. La composición volumétrica, la elección de materiales nobles como la piedra local, la madera tratada y el acero, y la incorporación de vegetación viva en las letras escultóricas, convierten este acceso en un ícono que dialoga con el entorno del Valle de Guadalupe.
Valle de Guadalupe, Ensenada, BC, México
Construído
2013
500 m²
Urbanism
Equipamiento Urbano
Desde una perspectiva funcional, el proyecto resuelve con claridad las necesidades operativas de control de acceso, seguridad y orientación vehicular. La disposición de elementos como la torre luminosa, los pórticos y los muros guía, generan una secuencia espacial que acompaña al visitante desde su aproximación hasta su ingreso. Este recorrido gradual activa una narrativa sensorial y perceptiva que transforma el acceso en un rito de entrada al paisaje y a la experiencia Docepiedras.
The architecture emphasizes a harmonious connection with its natural surroundings, incorporating local materials and native landscaping to reinforce a sense of place. Carefully curated interior elements reflect a refined palette and tactile quality, ensuring a tranquil yet luxurious experience throughout the space.
El proyecto incorpora principios de arquitectura sustentable y construcción responsable. Se priorizan materiales de bajo mantenimiento y alta durabilidad, como piedra de la región, madera certificada y acero sin tratar que envejece con dignidad. La iluminación se resuelve con luminarias LED de bajo consumo, estratégicamente colocadas para minimizar el impacto lumínico y realzar las cualidades escultóricas de la pieza, incluso en horario nocturno. El uso de vegetación viva refuerza el vínculo ecológico con el entorno.
Este acceso no es genérico ni replicable. Es un proyecto profundamente enraizado en su contexto geográfico, cultural y productivo. La referencia a la materialidad del valle, al lenguaje rural contemporáneo y a la vocación vinícola del desarrollo, otorgan a la pieza una identidad única. Este gesto arquitectónico sirve como punto de referencia en un paisaje plano, como símbolo de bienvenida y como hito que genera sentido de pertenencia para residentes, visitantes y trabajadores.