La Almazara es un proyecto emblemático de rehabilitación arquitectónica que recupera y reinterpreta el antiguo edificio dedicado a la producción de aceite de oliva en Rancho Olivares, histórico referente como uno de los olivares más importantes de América Latina. Este proyecto revitaliza y pone en valor el patrimonio arquitectónico e industrial del sitio, transformándolo en un espacio contemporáneo con nuevas vocaciones gastronómicas, culturales y turísticas.
Valle de Guadalupe, Ensenada, BC, México
Proyecto
2013
m²
Architecture & Transformations
BAR-RESTAURANT
El diseño arquitectónico busca preservar la estructura original del edificio, integrando cuidadosamente los elementos industriales existentes con intervenciones contemporáneas de gran ligereza visual. Los muros robustos de piedra, característicos del edificio original, se complementan con grandes ventanales y elementos de madera natural y acero negro, generando una conexión armónica entre pasado y presente.
El edificio principal se organiza en dos niveles. La planta baja alberga un amplio comedor, una cocina abierta y una sofisticada barra exterior, que se integran fluidamente con la terraza perimetral, rodeada por espejos de agua y extensas áreas verdes. La terraza está diseñada con mobiliario contemporáneo de madera y tapicería neutra, proporcionando vistas excepcionales al paisaje agrícola y vinícola del entorno.
La planta alta ofrece espacios para eventos y reuniones sociales, destacando una amplia terraza techada con pérgolas de madera, desde la cual los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas únicas hacia los viñedos y olivares. La materialidad combina elementos como piedra local, madera tratada térmicamente, acero expuesto y cristal, creando un juego de texturas auténticas y refinadas que dialogan con el paisaje rural circundante.
La Almazara no es solo un espacio gastronómico, sino también un museo vivo que narra la historia del cultivo del olivo y la producción de aceite en la región. La integración armoniosa entre la arquitectura contemporánea y los elementos industriales originales ofrece a los visitantes una experiencia narrativa profunda y enriquecedora.
El proyecto está concebido bajo criterios rigurosos de sostenibilidad y eficiencia energética, aprovechando técnicas de diseño pasivo, ventilación natural, iluminación eficiente y materiales locales. La Almazara se posiciona como un referente cultural, gastronómico y turístico, impulsando un modelo de desarrollo respetuoso y sostenible en Valle de Guadalupe.