Ubicada en el icónico Rancho Olivares, en el corazón del Valle de Guadalupe, esta panadería surge de la rehabilitación de antiguos almacenes industriales pertenecientes a lo que fuera, en los años 60, la mayor olivarera de América Latina. El proyecto conserva la esencia agrícola e industrial del sitio, transformándolo en un espacio contemporáneo de encuentro sensorial y gastronómico.
Valle de Guadalupe, Ensenada, BC, México
Proyecto
2013
125 m²
Architecture & Transformations
Panadería
La intervención busca honrar el pasado productivo del lugar a través de una lectura respetuosa de su materialidad original: muros de block, cubiertas metálicas y estructuras de acero expuestas, reinterpretadas con un lenguaje sobrio y actual. La inserción de elementos naturales como muros verdes, celosías de madera y vegetación interior crea un contraste armónico entre industria y naturaleza, activando una experiencia inmersiva para el visitante.
El espacio principal se organiza como un volumen abierto que integra panadería, cafetería, zonas de lectura y áreas de descanso, promoviendo la socialización y el disfrute pausado. Grandes ventanales y lucernarios permiten la entrada generosa de luz natural, acentuando la textura cálida de la madera y los acabados honestos. El interiorismo recurre a mobiliario de diseño limpio y materiales locales para reforzar la conexión con el entorno vinícola y agrícola.
Este acceso no es genérico ni replicable. Es un proyecto profundamente enraizado en su contexto geográfico, cultural y productivo. La referencia a la materialidad del valle, al lenguaje rural contemporáneo y a la vocación vinícola del desarrollo, otorgan a la pieza una identidad única. Este gesto arquitectónico sirve como punto de referencia en un paisaje plano, como símbolo de bienvenida y como hito que genera sentido de pertenencia para residentes, visitantes y trabajadores.
